El documento resume las opiniones de un economista sobre las políticas de austeridad, privatización y liberalización impulsadas por el FMI y el Banco Mundial en los países en desarrollo. Señala que si bien estas políticas podían tener sentido para aliviar problemas, a menudo se llevaron a cabo de manera apresurada y sin considerar otros factores, lo que tuvo efectos negativos como mayor desigualdad y desempleo. También critica la falta de regulaciones y la protección de intereses extranjeros por sobre los locales.